Respecto
a las victimas, uno de cada dos aceptó haber insultado a un compañero en el año
anterior (46%) y uno de cada tres aceptó
haber ofendido y golpeado a otro compañero (32%).
Los
resultados son bastante mas preocupantes que los revelados en diversos estudios
internacionales, pero responden a un tema de creciente preocupación en el mundo
escolar, conocido como bullying o matoneo escolar. Este fenómeno viene en
aumento en el mundo y se asocia a diversos factores culturales y familiares de
las ultimas décadas, factores que han sido agravados en el contexto de una
sociedad que ha convivido con diversas formas de violencia desde décadas atrás,
como es el caso de la sociedad colombiana.
Los
resultados de los estudios de la universidad de los Andes y el DANE, evidencian
unos preocupantes niveles de violencia y agresión en las escuelas bogotanas,
los cuales hay que interpretar a la luz de las condiciones históricas y
políticas en las que han vivido dichos jóvenes y en relacionan con los cambios
familiares y culturales.
Sin
embargo a la escuela también le cabe su cuota de responsabilidad para explicar
una creciente violencia presentada al interior de sus instalaciones, porque ha
sido incapaz de mediar en torno a las violencias que subsisten en el país y porque
no ha intervenido lo suficiente cuando aparecen formas de matoneo o agresión
entre sus miembros. En nuestro país el sistema educativo ha dejado que los
medios de comunicación informen y socialicen sobre los tipos y las características
de la violencia en el país. No ha sido capaz de involucrar la realidad
violenta, para discutir sobre ella, sobre sus orígenes e impactos en la vida,
sobre su naturaleza, diversidad, desarrollo y ante todo soluciones.
La
escuela tiene que mediar para que la violencia no llegue al niño de manera
directa, sin filtro, sin reflexión y sin argumento, tal como se la presentan en
los medios de comunicación, como un objeto y mercancía utilizada para elevar la
audiencia. La escuela tiene que incorporar la temática de los múltiples
conflictos que subsisten en la sociedad colombiana. Tiene que matizar y
complejizar las situaciones tan elementales que a diario se observan en la vida
cotidiana. Es responsabilidad con el desarrollo, formación, aprendizaje e
información. En consecuencia los datos
sobre la violencia en la escuela bogotana, deben servir para que social y familiarmente
reflexionemos: hasta que punto dicha violencia se originan en nosotros mismos
como adultos mediadores de su formación?
Resultados
de un completo estudio sobre la violencia en los colegios de Bogotá, cubrió
cerca de mil centro de educación en la que fueron entrevistados más de 82.000
estudiantes. El estudio fue realizado por la Secretaria de Gobierno de Bogotá
en conjunto con la universidad de los Andes y el DANE entre marzo y abril de
2006, siendo el mas completo sobre el tema de violencia escolar que se haya
realizado en el país.
Bibliografía:
la violencia en los colegios de Bogotá. Julian Zubria Samper.
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